viernes, 3 de julio de 2009

Retazo

El firmamento es (era) de un negro perlado, casi grisáceo en las partes más claras, pero sin dejar de lado a ese sol agonizante que gritaba por debajo, recibiendo todo el peso del cielo sobre si. No podía detener su propia caída y muerte, como tampoco podía evitar su renacer al otro día.

Se mantenía quieto, o apenas moviéndose, sobre la húmeda tierra. El olor a hojas secas y podridas, a un suelo orgánico y bullente de vida bajo el calcinante frío que reinaba en el lugar daba un aspecto algo... movilizador al panorama. Algo de neblina, no muy por encima del negro suelo, se movía, como una legíon de espectros de algún manicomio abandonado.

Se mantenía quieto, sintiendo muchas cosas y a la vez, intentando explicarse otras cuantas. Sintiendo la brevedad y la humildad de sus vestidos, apenas harapos negros y desgarrados que le cubrían bastante mal. Sintiendo el frío atroz que le mordía como un animal sanguinolento. Notando que fuera del frío, no sentía ya dolor. Agazapado, en posición fetal, intentaba explicarse qué hacía ahí, qué tenía que ver ese lugar, ese atardecer, esa situación.

Intentó recordar quién era, qué hacía ahí... algo, algún indicio que pudiera darle una dirección. Pero solamente respondía, como una obra de teatro mal paga y tosca, las hojas secas revoloteando sobre la neblina, o el oscurecimiento del cielo, apenas un poco más.

Se miró la mano, casi con detenimiento, casi como si no mirara más nada.
Esquelética, de un tono pardo-azulado... no parecía para nada saludable.
Quizás su manose había golpeado con algo, y ahora estaba amoratada...
Se miró las dos manos para comprobarlo.
Las dos eran delagadas hasta el hueso, pálidas y mortalmente frías.

Se preguntó si no sería por el frío que sentiría aquello. Se preguntó si realmente no sería el clima, la estación, o lo que fuera que lo hacía así...

Que caso tiene pelear contra la incertidumbre cuando no se tiene siquiera una pista? Una escena desvaneciéndose en la memoria, un conocimiento que ayude a ser pie en la profundidad del estanque del desconocimiento.

El mundo era nuevo y lo rodeaba como una tumba, fría y húmeda que iba oscureciéndose poco a poco. El mundo era viejo, y él también se sentía viejo...

Dioses, porqué no podía recordar nada?

3 comentarios:

  1. "¿Qué caso tiene pelear contra la incertidumbre cuando no se tiene siquiera una pista?"
    Estás muy Sábato

    ResponderEliminar
  2. De una...

    Nos seguimos encontrando en el pensamiento mi queridisimo compañero de sueños atroces. Es ese viejo hombre tan viejo como parece? o solo es un niño nacido en la incertidumbre del frío y del silencioso eco que revienta los tímpanos de tan insoportable que es? Ya pasaré mi concepción de Invierno, breve, en la historia de aquel personaje nacido en Otoño y compararemos notas de lo que nuestras almas ven, más allá del horizonte del mundo, de los límites de los ojos humanos...

    BESOS!!!

    ResponderEliminar
  3. something niiiice ^_^ http://www.youtube.com/watch?v=ZH3R5ntFK3c

    La Ce

    ResponderEliminar

Críticas, dudas, comentarios, curiosidad, insultos... cualquier cosa que deseen comentar.-