Lírica Mañanera

Fruto de una desvelada, después de haberme paseado toda la tarde y parte de la noche deambulando por siglos anteriores a cristo, entre pobladores de una de las zonas más montañosas de toda Europa.






Te llamo y estás, vos siempre estás.
Nunca negás un momento, una frase, una situación.
Me desaparezco, y a veces me buscás.
Otras me dejás tranquilo y sereno en mi Soledad.
A veces coinciden las veces que quiero que me busques,
y quiero creer que a veces también coinciden mis visitas con tus ganas de compartir
un rato hablando, una canción, un momento.

Es un juego raro el que jugamos,
Un juego bizarro en que encontramos nuestro némesis en uno mismo
En el silencio parlante que nos rodea cuando callamos
En las frases a medio terminar, colgadas en el aire secular que nos sigue
En un mate hervido, una taza de te, un pucho que seca la faringe
En una canción, un recital, un tema de discusión.

However, te extraño a veces.
Otras veces me parece que sería mejor abandonar el barco
Pero me gusta el oficio de pescador, de aguardar a ver quién muerde el anzuelo primero
De recoger en el cepo el cuerpo mutilado de la presa
De descubrir en su mirada cómo, segundos antes de terminado el juego,
descubrió el error que lo llevó a perder.

Porque esto es un juego, que no se confunda
Nos divertimos, y eso es lo que saco en bueno de todo aquello
De todos esos diálogos, de todas esas cosas
De todas esa impresiones, esos olores, esas modas
De todas esas relaciones y esas sensaciones que giran en torno tuyo y mío

A veces creo que estoy solo en este juego,
y que no hay nadie del otro lado del teclado
A veces creo, analizándolo fríamente, que realmente nunca debería haber jugado
Pero son fracciones de segundo al lado de los momentos de mayor felicidad
Aquellos en que disfruto una risa, un video, un aprendizaje
Aquellos en que descubro de nuevo la mudeza, rara en mí en estos días

Realmente, me divierto muchísimo jugando este juego, aunque a veces tengo muchas ganas de terminarlo y que no se prolongue demasiado, tanto, tan agónicamente por momentos. Es que, saben? La gracia de jugar un juego nunca es ganar, es divertirte en el camino. Por eso nunca importa quien gana y quien pierde. El trayecto es lo más importante, a lo que menos le prestan atención.

A veces quisiera no estar tan condenadamente solo, y que vos estés tan lejos. No puedo imaginarme mayor distancia que ésta, sobre todo, la que el lector y el escritor tienen. Una relación realmente estúpida si lo consideramos, no querido lector?

La pregunta a este experimento sería, ahora, quienes eran los protagonistas de estas líneas? Tu y yo, querido lector, o alguien más?






Dedicado a los Lectores y los Escritores.
Saben específicamente a quiénes me refiero, y sé que este texto va a hacer eco en más de uno de ustedes