sábado, 19 de diciembre de 2009

Pausa de Vacaciones

Venía prolongando la Pausa durante un tiempo demasiado largo. Así que bueno, el Blog queda en Stand By durante un tiempo, al menos hasta que entremos bien en el año que viene y pueda organizarme un tiempito para dedicarle.

Un saludo

martes, 17 de noviembre de 2009

El Afilador

La felicidad es la ausencia de la búsqueda de la felicidad

Zhuangzi











Los comienzos no fueron nada fáciles. Caminar por la ruta era difícil y cansaba mucho; tenía que detenerme seis veces al día por lo menos, y recuerdo que por entonces pensé que las caminatas de mi pueblo no podían siquiera llegar a un décimo de lo que requería para recorrer la ruta a pie. Intenté también hacer autoestopismo, pero era en vano; tardaba demasiado en conseguir alguien que me llevara, y siempre tenía que ser por trechos cortos, porque, como había sospechado de mi mismo, no tenía una meta fija. Tenía el sueño loco de hacer una rápida recorrida por mi país, y luego... quien sabía. Lo importante era buscar el lugar, la persona, lo que fuera que estaba buscando; esa misma necesidad de salir de mi casa me impulsaba a salir de los pueblitos a los que llegaba.

Por fortuna, la ruta estaba regada de pueblitos como el mío que seguían el viejo cordón industrial, que ya no existía, o existía en parte, por lo que la recorrida por la ruta, si bien tomara un día o algo por el estilo, tenía su recompensa en las múltiples paradas. Por ese entonces vivía a la intemperie, acampando cuando podía y sino pidiendo cobijo en los pocos hoteles que encontraba. Lo primero que me alarmó fue la rapidez con que el dinero de papá se me escurría de las manos, ya fuera para comer o dormir bajo techo.
Recordaba que pensaba en demasiadas metas y no en los métodos que me llevarían hasta ellos; entonces me di cuenta de lo poco que había recorrido y lo mucho que me faltaba por viajar.

Para cuando llegué a Santa Fe capital, poco dinero me quedaba, apenas para un par de paradas más al ritmo que iba gastando. Llegué a la conclusión de que no estaba acostumbrado al gasto de mi propia mano (cosa que en parte era cierta), y de que debía idearme una mejor manera para recorrer los caminos si no quería salir en las noticias, de allí a unos cuantos años, cuando descubrieran mi cadáver seco de inanición a un costado de la ruta.

Paré en Santa Fé un par de días, la recorrí un poco (ciudad bonita de gente sonámbula, como suelen ser las capitales), y me marché, siempre hacia el norte.

Fue hacia el cuarto día de viaje que me topé con el primero de tres pueblos que me darían un buen material para escribir. Por ese entonces solo gastaba mi dinero en comida, olía peor que un perro viejo y solía dormir al descampado, además de que parecía haberme agarrado un resfrío crónico, porque moqueba y tosía mucho por las mañanas y las noches, además de que dormir era un suplicio necesario y no un descanso placentero.

El primero de los pueblo se llamaba Trigales. Trigales era un pueblito chico, muy chico, de unos quinientos habitantes, que llevaba su nombre, me enteré mateando con una vieja el primer día, por una célebre plantación que no había tenido demasiada duración gracias al clima seco y la tierra ídem. La misma vieja (Doña Pancha, le decían, y le terminé por decir yo también) me invitó a comer, me sonrió y me presentó al único hijo que vivía con ella.
La verdad es que yo solamente me había parado un mediodía bastante áspero a descansar en la entrada de su casa, y la vieja, escuchando una radio más vetusta que ella, me había escuchado no sé cómo. Salió a la vereda y me ofreció unos mates, comentándome los temas que uno siempre comenta que se encuentra con un desconocido; el clima, la época del año, los caminos que conducen al pueblo.

No preguntó demasiado por mí, pero sonreía afablemente todo el tiempo. Le dije que era del sur, y me contestó que en este rincón del mundo todos éramos del sur, lo cual me hizo sonreír. Me contó de la historia del pueblo, me dijo que las empanadas se le estaban quemando en el horno y que me quedara a comer. Mi bolsillo y mi estómago dijeron que si, y superaron con creces a lo que mi cabeza y mi moral podían llegar a objetar.

El hijo era el más chico, según lo que ella me había contado. Trabajaba en el ganado que se criaba en una estancia no lejos del pueblo, en el segundo de los tres pueblos; Ortíguez. El pibe (que era más grande que yo en edad, pero parecía menos despierto; no que yo fuera un vivo bárbaro, pero parecía demasiado encasillado en su rutina) me miró al principio con desconfianza, pero después se aflojó al diálogo y ya me preguntaba que tal era Rosario, me comentaba que las pocas Rosarinas que había conocido eran hermosas y que cuando fuera viejo le gustaría irse a vivir allá, o capaz a Córdoba. La vieja nos miraba conversar y se reía, pero no decía nada.

Terminada la comida (las mejores empanadas que había probado en meses), el pibe (que se llamaba Miguel, por el contante) se levantó y se fue con un saludo. Quedamos la vieja y yo haciendo la sobremesa, y mientras ella levantaba la mesa y ponía unos tangos en la radio yo le cebaba unos amargos. Al final se sentó y quedó cebando ella (noté que le gustaba ser anfitriona), y sacando unos cigarrillos, que rechacé pues no fumaba, se encendió uno y se desplomó, placentera, sobre la silla.
Después de un rato de silencio y de escuchar la siesta de aquel pueblo tranquilísimo de sol demoledor, me increpó:
-Y vos, pibe - me clavó los ojos dulces de ancianidad -¿Que pensás hacer? ¿Que hacés acá, en el culo del mundo? Porque para buscar chicas te quedabas en Rosario, y pinta de periodista loco no tenés. La verdad, parecés bastante desorientado-
Yo no sabía cómo reaccionar, porque sin quererlo (o con toda la intención), la vieja había abordado directamente el tema de conversación por el que quería rumbear desde hacía un buen tiempo. La vieja parecía bastante bondadosa y solitaria, y ví reflejos en ella de una maternidad que yo extrañaba y, de alguna manera, necesitaba.

No fui hábil con las palabras; es más, ahora que lo pienso fue como si un chico le confesara sus primeros pecados a un cura. Le largué todo el relato de semanas a pata, de gastar la plata robada de mi viejo, de no saber cómo subsistir ahí en el norte, y de que quería hacer un buen recorrido, pues esa era la idea cumbre, el núcleo de todo aquello.

La vieja se sonrió más cuando mencioné el viaje. Parecía que su cara gritaba un "pobre, pobre pibito tan alejado de tu casa...", pero no dijo nada por unos momentos. Solo después de apagado el cigarrillo en un cenicero de porcelana me dijo:

-Cada tanto, sabés, cae un pibe como vos. Jóven, sin muchas ideas en la cabeza y con un sentimiento fuerte en el pecho de recorrer todo. Personalmente, creo que es mucho Ché Guevara, mucho de Violeta Parra y otro poco de juventud pura. Pero bueno, para qué están ustedes si no es para darnos un rato de conversación a los viejos, y para que los viejos nos sintamos útiles usando lo único que la jubilación no nos puede quitar: la experiencia-

Me quedé mudo mientras contemplaba a la vieja con la cara de estúpido más grande que había sentido, y me sentí acogido en su abrazo incondicional de vieja bonachona. Doña Pancha volvió a sonreír y me dijo:

-Te podés quedar unos días acá en casa. Miguel duerme mucho afuera y la casa es grande, además de que yo hace rato que vivo casi sola, desde que mi marido partió para el otro lado. Comida y techo no te van a faltar pero, ¡Ojito eh!, yo no banco vagos ni buscavidas. Yo te voy a tolerar viviendo acá y dándote de comer mientras me prometas que te vas a ir y vas a realizar ese viaje loco tuyo que tanto querés hacer.-
-Despreocúpese, Doña - dije, tranquilo -No me gusta ser un peso para nadie. Un par de días me quedo, pero nada más, tampoco quiero joderla-
-También vas a tener que aprender un oficio- dijo Doña Pancha, prendiéndose otro cigarrillo -No tenés más plata y la plata no brota del suelo. Tenés que aprender a hacer algo que puedas hacer en cualquier lugar que visités y que te dé plata. Nada que te ate acá o a ningún otro lugar, está bien?-
-Está bien- dije, como una réplica serena
-Pero prometeme pibe - dijo la vieja, poniéndose seria - que no te vas a achicar ni vas a dejar que te asuste el camino, aunque vengan degollando. Hay muchos pibes como vos ahí afuera, pero los que realmente valen son los que realmente viajan, y no los que a la primera de cambio se quedan acovachados de vuelta en casa, piden disculpas y se ponen a fumar y a trabajar como hongos. No. Prometeme que vas a viajar, que vas a aprender a trabajar y que no te vas a parar-

Me sorprendió mucho la franqueza de aquella mujer entrada en años que solo conocía de algunas horas atrás, pero había algo en sus palabras, en sus ojos cenicientos, en su casa, en aquel condenado pueblo detenido al sol y a la siesta que me daban una sensación de liberación que no se comparaba con nada. Y pensé que si había llegado hasta allí solo, bien podría continuar solo. Y con el ímpetu irrespetuoso que tiene la juventud le dije:

-Si, lo prometo-
-¿Por todas las Doñas Panchas del mundo?-
-Por todas- dije, sonriendo frente al chiste molestoso

El Recopilador Temprano

Dedicado especialmente a los Viajeros,
aquellos que viajan sin tener que trasladarse













Era tarde cuando decidí irme. Un poco peligroso, quizás; inseguro, casi con certeza; inexperto, por supuesto. Pero cuando las situaciones se vuelven lo suficientemente intolerables, durante el tiempo suficiente también, cualquier llega al punto de ebullición, y entonces es dado a encontrar una válvula de escape.

Mi válvula de escape había sido, hasta entonces, Un poco de tabaco por las mañanas y las tardes, y un poco de alcohol por la noche. El resto del día trataba de mantenerme lo más alejado que podía de mi hogar, pues sabía que allí residía el eje engrasado que giraba, enredando y estrujándome cada vez más. Solía dar largos paseos por los senderos que lindaban el río cercano, o caminar hasta el acceso a la ciudad y quedarme admirando la gente que entraba y salía, rauda y veloz. Solía, cuando tenía unas cuantas monedas, pagarme un colectivo hasta donde fuera, con tal de poder dejar mi cabeza vagar de una vez y no preocuparme.


También escribía, pero, por desgracia, por ese entonces no tenía conmigo más que mis dedos, una lapicera y mi voluntad. Además, en mi casa residían los ogros que intentaban salirme de encima, pisotearme o simplemente inportunarme.

Los ogros, es algo evidente, no eran otros que mis padres. Ambos llevaban vidas relativamente normales: sobrepasaban los cuarenta años desde hacía tiempo, tenían sobrepeso, consumían en exceso cosas que a mi me parecían banales. Trabajaban, ambos, como animales, en jornadas larguísimas que les consumían casi todo el tiempo de los días hábiles, junto a sus energías y su buen humor. Era curioso, porque esos padres (que, debo decir, eran adoptivos) me habían tratado durante demasiado tiempo demasiado bien; pero una vez que hube entrado en la adolescencia, y empezado a pensar por mi mismo y a demostrar mis primeras objeciones al modo de vivir, comenzaron a hacerme a un lado primero, sistemáticamente, y luego a continuar con el desprecio, que pasó del silencio propio de la desidia a los insultos regulares, para devenir en maltrato físico leve.



Yo, si debo presentarme, no se por donde empezar, porque ahora que reviso mis notas y presento formalmente estas crónicas, algunos recuerdos, especialmente los del comienzo, se hacen lejanos y evanescentes; poco puedo recordar de mi persona en esos días, y era poco de lo que soy hoy.

Recuerdo que era un adolescente relativamente normal; escuchaba música que seleccionaba yo mismo, tenía pocas relaciones durareras con gente externa a la familia, solía vestirme más por comodidad que por moda. Para dar una descripción física, me haría alto, de pelo rebelde y negro corto, con unos ojos grises que mis padres biológicos me dejaron atrás; sería un recuerdo aproximado, puesto que es la misma imágen de muchacho que tengo yo de mi mismo, pero no la exacta versión.

Había sido adoptado por la familia López a mis cuatro años, y en el momento de mi partida tenía diecinueve. Recuerdo que me gustaba más la soledad, leer los libros que lograba sacar de la arrugada y vieja biblioteca del pueblo, pasearme por las colosales calles de Rosario (aunque nunca me gustaba mucho ir a la ciudad, bien me molestaba admitir que tenía más recursos y libros). Descubrí mi gusto por la escritura hacia los trece años, un poco precoz e inmaduro, y escribía más de lo que hacía mis deberes. No fue sino hasta los diecisiete, que comencé a escribir en conjunto a una amiga (que falleció trágicamente un año después), que mi escritura comenzó a cobrar madurez. Probablemente la muerte de Gabriela tuvo que ver en el asunto; además ahora, reconozco, también fue la causa de que me volviera más hirsuto y hosco. Por ese entonces el maltrato de mis padres se había vuelto regular y constante, e intentaba disminuírlo ocupando la casa a horas en que ellos durmieran o trabajaran, y desocupándola cuando ellos transitaran el inmueble. La mayoría de las veces funcionaba, y tenía ya poco o escaso contacto con ellos; sin embargo, había roces necesarios en el ambiente, y, fuera que me gustaran, tenía que consensuar cosas.



Terminé la secundaria con un buen promedio, puesto que no era mal alumno. Por desgracia, por ese entonces (2005) sufrí la terrible falla del sistema educacional, sumado a mi instrospección y poca comunicación social; el desconocimiento de mi propia identidad, al verme ante el precipicio del trabajo o el acantilado del estudio.

A lo largo de mi corta existencia había tenido conmigo la certeza de que quería ser tal o cual cosa, pero cuando hube llegado a la meta me había inmerso en una anestecia tal, que la falta de escuela fue un golpe muy violento a mi sentido de la seguridad. Mi rutina estaba rota, y mi rutina había sido mi vida hasta ese entonces.

"No te preocupés, le pasa a todo el mundo", me susurraron las voces de conocidos, por todos lados. Por supuesto, atenuar el problema enunciando la generalidad no hacía más que tratar de disminuírlo; sin embargo, el problema seguía allí.

Papá era empleado en la compañía eléctrica que proporcionaba enmergía a todo el pueblo, y el dinero no escaseaba demasiado; mamá era empleada en la municipalidad. Cuando hubo entrado el año en marzo y yo no me decidiera por nada, ambos, en un extraño escapismo de amabilidad, me ofrecieron que me tomara el tan mencionado año sabático para que decidiera qué iba a hacer.
Tonto fue de mi parte caer en la aceptación de lo que, entonces, vi como una oferta increíble. Ese condenado año sabático fue un infierno, salvando algunas circunstancias, puesto que fue el latiguillo de azote del que se aferraron mis padres para poder continúar con lo que parecía haberse transformado en su hobby, es decir, la tortura tanto psicológica como física.



La evocación a que era un parásito por no hacer nada en todo el año fue regular. También las golpizas por salir sin decir a donde iba, o cualquier excusa que se les ocurriera.

El año sabático era una espada de doble filo. Si bien podía, cada tanto, tirarme a ver las estrellas y pensar, y sentir una relativa paz dentro mío, había en aquella existencia de contemplación algo que no cuadraba. Yo también me torturaba, pensando en todo lo que aquello podría significar, encerrado en el aburrimiento de la nada, en el tedio del vacío de una existencia totalmente regular, llena de nada y habitada por fantasmas de la rutina que yacía, hecha pedazos, detrás.

Por ese entonces falleció Gabriela, víctima de una enfermedad fulminante de la que sus padres jamás quisieron hablar demasiado. La muerte de Gabi fue un golpe directo a mi moral, y me volví todavía más instrospectivo y silencioso; si antes era alguien que no notabas hasta que te lo señalaban, ahora era un muchacho en la multitud, vacío de todo.

Escribía frenéticamente, como tratando de expiar alguna culpa innecesaria, y consumía cantidades de papel que antes no había ni soñado en hacer. Me urgía el hacer algo con todo aquello, como si estuviera dibujando capillas sixtinas en las nubes; un arte estéril por su futilidad y su cualidad de ser lo que verdaderamente eran: testimonios pasajeros, estados de ánimo trillados. La originalidad era una pepa de oro que no aparecía, pero la necesidad de hacer algo con todo aquello, de intentar quizás refinar mi arte, o de continúar con la labor de tantear el camino con aquellos escritos toscos se transformó en algo casi físico.



Hacia el final del año, comencé a considerar el irme de aquel lugar. No era la primera vez que lo consideraba; los relatos de viajes, mochileros y demás cuestiones siempre me habían atraído, pero me hacía el siguiente planteo: si ni siquiera podía levantar la mano para cubrir los golpes de mis padres, ¿como podría defenderme del gran lobo que era el mundo? Había sido siempre un sueño dulce, pero nada más que un sueño.

Sin embargo, el año sabático comenzaba a terminarse, las golpizas se atenuaban un poco y la necesidad, impuesta por el fantasma de Gabriela (creo que por ese entonces la tenía demasiado presente) se me venían a la cabeza todo el tiempo, todos los días, generando esa necesidad de irme y de encontrar, en algún otro lado y de alguna otra manera, lo que necesitaba. No sabía cómo, pero tenía la certeza de que esa casa, esas dos personas y ese pueblito, con todo lo que contenía, me habían ya dado lo suficiente, y no podía sacar más beneficio de ellos.

Comencé a prepararme para la salida hacia finales de enero. Hasta el fin de año, había estado un poco inquieto, pensando si podía plantearles la cuestión civilizadamente; pero se habían transformado en dos entes directivos, cuasi militares que esperaban las órdenes cumplidas.

No tardé demasiado en preparar mis cosas. El único bolso de la casa se llenó de pronto con mis ropas, toda la comida que pude encontrar, una carpa improvisada y toda clase de chucherías que por ese entonces me parecían importantes, además de unos cuantos cuadernillos y lapiceras para escribir. Tomé, también, unos cuantos retratos de aquellos padres, escribí una larga nota de despedida en la que pedía disculpas y agradecía todo lo que me habían dado, y me marché una madrugada, tres horas antes de que amaneciera, fresco, fuerte y jóven. Los paseos y las caminatas me habían entrenado, creía yo, lo suficiente como para poder cubrir la distancia suficiente como para que, cuando mis padres hicieran la denuncia por desaparición, la policía local ya no me pudiera encontrar.





Me detuve en una estación de servicio, hacia el final del pueblo, a comprar un poco de bebidas (había sustraído el fondo de papá, que contaba de unos cuantos centenares de pesos, por si acaso), tabaco y un mapa rutero que me ayudara a cubrir lo que deseaba.

Recuerdo que, en esa mañana de YPF y ruta, lo primero que me invadió cuando admiré la ruta y miraba las líneas rojas dibujadas en el mapa fue la total incertidumbre, la inseguridad y las ganas de regresar a casa.

Estuve un buen rato bebiendo agua y admirando la majestuosidad austera que la ruta de asfalto brindaba, rompiendo en dos el horizonte todavía estrellado, con el verde de los campos meciéndose al viento.

Los primero pasos fueron débiles, pero cobraron energía mientras el sol apremiaba con sudor el recorrido que hacía, en ese viaje que jamás sospeché podría hacer.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Breves Agradecimientos & Dedicaciones

Agradezco a todos los deviantartists que ceden su arte para ponerle un aditivo más a estas historias tontas.
Agradezco a Leela por la inspiración, a Lucía por la herramientas, a Paula por el ambiente color sepia (y las estadías prolongadas), a Juan por el surrealismo.

Este libro-historia está dedicada a Los Viajeros. Ellos sabrán porqué

El Ego estrellado entre los Bytes

Lo podrido de quedarse sin internet cuando sabés que del otro lado te están esperando cosas es, precisamente, el tener ese conocimiento podrido con vos. El saber, el tener la certeza de que aquello que vos buscás y esperás está del otro lado, sin dejar siquiera una ligera sombra de duda, te hace remarcar cada tecla del teclado, cada curva del mouse, cada píxel (aunque no los encuentres con el ojo, los ves con tu mente) del monitor.


El conocimiento es lo que te pudre lentamente. Como la manzana corrupta corrompe al cajón entero, la certeza, dura fruta magullada, trastorna y trastoca al cajón que somos.

Poco a poco, lo ves venir y lo vas viendo dentro tuyo. Comienza con un poco de molestia psíquica hacia el aparato que no te obedece. Le sucede una llovizna de insultos mentales hacia la empresa que te provee el servicio, mientras que nosotros mismos nos tranquilizamos pensando que ha de ser temporal.

Luego de un tiempo de reintentar, no te cabe la menor duda de que hay algo que anda mal ahí dentro. Suspirás pesadamente, mientras intentás hacer todo lo humanamente posible para que la conexión funcione. Recorrés todo el camino, desde lo más básico y troglodita (como comprobar que los cables están enchufados) hasta lo más complejo que tu mente, experiencia o ambas hayan llegado a conocer.

Finalmente, te desplomás, con una buena tensión en los músculos, frente a la fría certeza de lo que no querías que pase. Efectivamente, la máquina es máquina y no comprende, no computa tu calentura; también es relativamente fácil entender que la máquina no está fabricada para reconfortar a un usuario intranquilo, sino solo para informar.


Y es triste darse cuenta que aquellos que diseñaron la máquina no tuvieron en cuenta cuan perjudicial puede llegar a ser la información cruda, como mera notificación.

Claro, ríanse ahora. Cualquiera podría estar riéndose frente a esto, y lo comprendo. Pero solo aquellos que han pasado por el stress de no poder dilucidar la falla que nos separa de ese abismo virtual al que queremos acceder, podrían captar hacia donde voy. Y esto también supera la necesidad del estúpido usuario regular de internet (o los internautas, que hay millones), hasta para el “reparador de pc, ese chico gauchito”, o para un pequeño analista en sistemas que ha trabajado durante veinte años en el rubro.


Claro, toda profesión tiene la horma de sus zapatos, e inclusive los médicos se topan con enfermedades incurables. Inclusive esta decepción tiene más derecho a generar calentura, porque se trata de vidas humanas, y no de una mera maquinita.


Equivocado en parte, acertado en otra, quizás este apresurado juicio nos de la herramienta necesaria para poder llegar al quid de la cuestión.


Verán, quienes trabajan y se pelean con máquinas difieren en las otras profesiones en tres cosas: en el hecho de ser una creación humana hecha para y por el hombre, en el hecho de ser manejada por hombres y en la relación que entre creador y usuario existe.


Claro, un zapato o un auto son creaciones de y para el hombre, y son manejados por hombres. Pero carecen de la relación comunicativa, o la ilusión de aprehensión que el hombre crea cuando trata con una de estas máquinas.


Las máquinas tienen un arma que nosotros mismos les dimos, y es triste considerarlo así: si bien puede perdonarse el error humano del otro lado a la hora de que algún detalle se haya escapado en su diseño original, tampoco puede dejarse correr todo.


Y volvemos a la instatisfacción, ese déficit con que nos deja la máquina a la hora de solamente notificarnos de algo y no rebuscarlo con argumentos, consejos amistosos, palabras tranquilizadoras.


Porque esta espada de doble filo, que es el elemento humano, no cesa de cortar para ambos lados.

Claro, podemos jactarnos de tener máquinas más rápidas que el cerebro humano y demás estupideces huecas, pero cómo podemos pretender que un producto del hombre alcance la perfección, el autoabastecimiento y la plenitud, si su propio hacedor es imperfecto?


Sigamos estrellando nuestro ego cada vez que la actividad regular sea truncada por algún motivo fuera de la curricula.


Arrivederchi





Nota: esta entrada fue escrita tras una fuga de Arnet. Se desconocen las circunstancias en que el servicio logró el escape de sus custodios, y aún al momento de la conclusión, se desconoce su paradero.

martes, 27 de octubre de 2009

Las Profesiones Perdidas: Prólogo

Intento de Prólogo a las Historias de Profesiones Perdidas /




Las Profesiones Perdidas son una Quimera no tan irreal, o una utopía demasiado tangible como para dejarlas ir sin nada, sin siquiera una palabra escrita, una palabra dedicada.
Todo esto cruza mi cabeza hoy, noviembre del año 2009, como la viene cruzando desde hace un par de meses atrás, cuando vi por primera vez la semilla que germinaría en mi cabeza para traer estas crónicas de un viaje absurdo en un país absurdo, rodeado de figuras no tan absurdas. El propio protagonista quisiera verse a si mismo en aquellos profesionales oxidados y hastiados de si mismos, tanto como del marco que los expulsa.

Son muchas las reminiscencias que pueden haber provocado en mi la creación de Las Profesiones Perdidas. De alguna manera, creo que siempre estuvo entre ustedes, lectores comunes, y yo, el mero narrador, este asunto entre manos. Solo que, como muchas de las cosas que nos rodean, terminan por naturalizarse tanto en nuestra visión, nuestras palabras y nuestros sentidos, que van perdiendo poco a poco esa magia única que tiene cada cosa que nos acompaña en nuestra existencia.

Probablemente el germen de esta historia se haya plantado una tarde de invierno, entre mate y mate, viendo pasar un viejo afilador de cuchillos. Hacía muchísimo que no veía pasar un afilador que, con su característico silbido, recorría los hogares de antes (ya en la época en que nací los afiladores eran un recuerdo) dejando virutas de metal y monedas entre una sonrisa, una conversación y un pedaleo. Entonces me hice el planteo propio de comenzar a mirar hacia atrás, al pasado, y ver cuantos como ese profesional se habían hundido, tiempo atrás, en las sombras de un recuerdo para nada bueno.

Tristeza y nostalgia es lo que se siente cuando uno rescata cosas del polvo del pasado, y cierto sentido de pertenencia al saber que la misma sangre que corre por tus venas latió en un corazón antecesor, mientras lustraba zapatos o alimentaba calderas a puro sudor, músculo y mugre. Solo que hay muchas de esas cosas que no vemos a la primera mirada, y mis Profesiones Perdidas, fuera de estar cerca de los ojos de la mayoría, son de esos destellos mentales que si bien están, pocas veces son vistos.

Hay otra cuestión en esta historia, y es la del protagonista. Pues no solamente hay en él una necesidad imperiosa de conocer y recorrer, sino también de encontrarse, en los otros, a si mismo. Lo extraño y lo curioso de la cuestión es qué caminos tan retorcidos decide recorrer antes de arribar a una conclusión más o menos coherente. Pero voy a dejar de spoilear detalles porque, realmente, esto, fuera de ser un prólogo, se transformó en un texto de contratapa.

Esta historia está dedicada a los Profesionales Perdidos. Asímismo, está dedicada a aquellos que buscan en las Profesiones ajenas algo que les deje aferrar un poco de si mismos.

Espero que disfruten de su lectura tanto como yo disfruto escribiéndola, y que algo de todas estas palabras logre hacer eco en alguno de ustedes.

lunes, 26 de octubre de 2009

Lerembica

"Si tienes una manzana y yo tengo una manzana y la intercambiamos entonces tu y yo seguimos teniendo una manzana cada uno. Pero si tu tienes una idea y yo tengo una idea y la intercambiamos, entonces cada uno de nosotros tendremos dos ideas..." - Bernard Shaw






Guinevere estiró sus terminales, algo impaciente, esperando a su visitante. Había estado durante cuarenta y siete días asimilando datos desde todas sus terminales, en su totalidad y desde bastantes rincones del cosmos como para que la información se mezclara, se dilatara y se inundara lo suficiente de otros datos falsos, realimentación y circulares en forma de bucle que solamente creaban metáforas estúpidas y huecas. Diez días le había tomado reunir todo desde todos los rincones, y otro diez días descartar toda la falsedad del asunto. Los veintisiete días restantes se había dedicado, por fin, a digerir toda la información de la que disponía.
No había mucho que pudiera concluír sobre la escasa, diminuta información con que contaban de las Hespérides. Resultaba sorprendente, e inclusive ridículo, que después de tantos eones de convivencia interestelar supieran tan poco (apenas incrementado en cantidad con toneladas de suposiciones) de ellos, como al comienzo, cuando hicieron el primer contacto. También resultaba irrisorio que hubiera tenido que pasar tanto tiempo entre el primer contacto y este, ahora, el contacto y la conversación más íntima, de una vez y para todas.
Esperó unas cuantas horas antes de irse de la Cámara Preparatoria, hacia el Comando Central. Por supuesto que las unidades de tiempo eran usadas como con el arcaico sistema sólo por una cuestión de practicidad; hacía siglos que la raza se había perfeccionado lo suficiente como para dejar de estar atada a los viejos calendarios terrestres, pero la unidad de día seguía usandose igualmente. Un cierto respeto a los Antiguos y otro poco de utilidad aderezaban los relojes de ese entonces.
Guinevere suspiró un poco. Por una de sus múltiples terminales, llegó la señal que avisaba que la Hespéride indicada estaba preparada para el encuentro, que había pasado los controles de seguridad y que había arribado a tiempo, con un ligero retraso de siete segundos y medio. Bostezando, gracias al cansancio anticipado que le producía la entrevista que iba a suceder, de antemano, se deslizó por la plataforma que llevaba al Comando Central. En su pupila derecha el ojo electrónico transmitió, como un flash, la imágen de un antiquísimo animal de la tierra, un ave preciosa y bellísima que se desplazaba con majestuosidad, haciendo que el Viejo Sol le arrancara destellos bellísimos a las plumas de su cola. Así se comparaba a si misma ahora Guinevere, cuando se conducía al Comando Central, arrastrando detrás de ella las miles de terminales principales conectadas a su espinazo, cabeza, cadera y brazos.


Hacía demasiado que la Humanidad había dejado de ser una mente segmentada en miríadas de seres para transformarse en entidades mas o menos masivas. Esto se habia dado hacía demasiado tiempo, una cantidad que numéricamente no se podía expresar sino con varios dígitos que no eran dignos de ser mencionados en las comunicaciones regulares. Después de todo, a la entidad que ahora era la Humanidad (o la Inteligencia Cósmica, como se llamaban entonces) le servía solo saber que los hechos se habían desarrollado, y que ahora vivían sus consecuencias.
Por supuesto que ningún dato se perdía. Los datos eran archivados valiosa y cuidadosamente, y los archivos ya no se deterioraban ni se perdían como en antaño, en la época de los Antiguos: ahora se sabía con precisión y con exactitud cada hecho, cada fecha, cada cantidad de muertos, cada volúmen espacial.
A la Inteligencia Cósmica le había costado llegar a ser el ente masivo que ahora era. Después de todo, el basamento principal había sido la Humanidad constituída por los Antiguos, y aún ellos, con su inteligencia superior, continuaban siendo tan bárbaros como muchísimos otros pueblos del universo. Tardaron muchas eras de guerras, viajes intergalácticos, desastres colosales y demáses eventos de escala cósmica el poder darse cuenta de cual era el proceso que debían continuar.
La Vieja Humanidad, como muchísimos de los otros pueblos de la Tierra, creían que la expansión universal podía lograrse conservando la independencia de cada pueblo, lo cual fue el error que arrastraron durante millones de años, inclusive hasta que su sol estallara. La única solución, que constaba en la unión en masa de esos millares de seres mas o menos iguales, era la que llevaría a la Humanidad a un verdadero proceso de expansión.
Por supuesto que la Humanidad debía solventar problemas. El cuerpo individual de cada hombre debía ser descartado o modificado, en orden para cumplir su funcionalidad. La animalidad del hombre no podría soportar los rigores del espacio, por lo que muchas de sus funciones biológicas fueron robotizadas o realizadas mecánica y cibernéticamente. Millones de seres se sumaron a la entidad colosal que estaban descargando sobre unos siete, iniciales y primitivos, computadores que permitieran procesar la colosal cantidad de datos.
Con la unión y el perfeccionamiento de la unión, convino y contrajo la humanidad el problema y la necesidad de la expansión, esa expansión que tanto se había buscado. Con tanto conocimiento bajo sus ramas de expansión y recolección, se hizo inevitable el hecho de incorporar mentes no humanas a la entidad colosal en que se habia transformado la Humanidad. No era necesario que los pueblos quisieran o no la aceptación de la unión con la entidad; la Humanidad se había desarrollado tanto que su poder bélico era directamente proporcional a su colosal capacidad de sapiencia. Ergo, si el pueblo se unía pacíficamente o no, importaba poco.
A la larga, la expansión se volvió matemáticamente estable, y la gran mayoría de los pueblos pasaron a integrar el ente colosal de la Humanidad, que por ese entonces había dejado de ser Humanidad propiamente dicha por ser integrada por trillones de seres de distintas razas y pensamientos. Los siete computadores originales fueron reemplazados por tres, que se expandían geométricamente por el Universo, en esa suerte de Big Bang de Logos. Las tres Computadoras principales tenían personalidad propia, que reflejaba la de las millones de mentes con que cada una contaba, y habían sido bautizadas por uno de los últimos hombres como Helena, Brunilda y Guinevere. La idea era seguir con su expansión y, si alguna vez conocían algo relativo a un final, unificarse en una sola entidad colosal. Fue en el momento de la creación de las Tres Máquinas Perfectas (como se las llamaba) en que la Humanidad dejó de ser Humanidad para ser conocida como Inteligencia Cósmica.


Guinevere tecleó unas cuantas pulsaciones en su teclado. Se preguntó a si misma como era que, realmente, eso estaba pasando. El contacto con una Hespéride era algo totalmente inesperado, y aún más, la entrevista con una era casi una fantasía. A pesar de que ella era una de las TMP, sentía, cada tanto, reminiscencia hacia muchos otros datos que estaban ahí, pero creían y querían ser revividos. A pesar de contar con fuentes fidedignas de datos, con autores cerciorables (aún vivos en su memoria y su mente colosal), cada tanto sentía una relativa ... cosa extraña que le recorría. Por supuesto que ninguna de las Tres sentía nada; los inconvenientes hormonales se habían solucionado casi enseguida, como uno de los principales palos en la rueda a la hora de la evolución. Pero había allí una cosa que no era duda, ni tampoco cercioramiento. Era, quizás, un esbozo de eso que los registros de los Antiguos llamaban Conciencia? O quizás era la extrañeza al poseer un cuerpo físico y tangible, con más sentidos de los que un cuerpo Antiguo tendría, para poder operar? Porque su creador la había hecho mujer, o mejor dicho, las había hecho morfológicamente parecidas a lo que antes eran las mujeres? Se decía que, por tradición, para representar a Tres Furias, Tres mujeres especiales que tejieran, midieran y ejecutaran el hilo del destino de la Inteligencia Cósmica.
Sin embargo, era cómico. Los personajes ficticios a los que hacían referencia sus nombres denotaban a mujeres un poco endebles, poco capaces, y muy primitivas; arquetipos que se usaban antes, y nada más. Entonces, que era lo que significaba ahora, eones después de que esos siglos siquiera cruzaran la psiquis del hombre en forma de impulso nervioso a través de las neuronas?
Un parpadeo por una de sus terminales le avisó que la Hespéride estaba arribando. Se removió detrás del panel del Comando Central, adoptando una posición que todos esperarían de una TMP.


Ya había pasado un buen tiempo desde que la Inteligencia Cósmica se contituyera como tal, y que su expansionismo no hubiese representado, a la masividad de la mente tri-partita, más que unos pocos avances casuales, cuando se toparon por primera vez con una Hespéride.
Para ese entonces, la Inteligencia Cósmica creía que conocía perfectamente todas las posibles formas de vida hallables en el Universo, y las leyes de la Ciencia Física eran algo parecido a paradigmas; era obvio que la sla existencia de las Hespérides fue como un latigazo a la Lógica de la Inteligencia Cósmica, latigazo que restallara sobre las mismas viejas heridas que rezaban: "El conocimiento acabado es una Quimera, y una trampa de la soberbia".
Las Hespérides fueron detectadas enseguida, a pesar de que muchos de los instrumentos de Brunilda (la TMP que hizo el primer contacto) la registraran como a una estrella común y corriente. Era un ente vivo, de eso no cabía duda, pero o bien estaba dentro de la estrella, o bien era la estrella misma. Brunilda se dedicó a experimentar secularmente, hasta lograr la salida de la Hespéride misma desde la estrella tras la reacción en cadena que lograría su destrucción. La Hespéride, fuera de estar pacíficamente sumida en tranquilidad y curiosidad por aquel ente bio-mecánico que avanzaba hacia él, se lanzó al ataque con una rapidez que ninguna TMP había visto antes. La lucha fue larga, pero Brunilda contaba con mayores recursos y la Hespéride se dio a la fuga demasiado rápido como para seguirle el rastro.
No obstante, el hecho fue archivado y las teorías comenzaron a zumbar entre los cerebros almacenados, respecto a qué había sido aquella cosa que los había atacado y cómo podía decirse que viviera dentro de una estrella.
La tarea primaria de las TMPs cambió entonces y, para su sorpresa, había más Hespérides (nombradas así por la antiquísima leyenda) entre ellas de las que sospechaban. Había sido la recolección de datos necesaria la que les habia dado la capacidad de reconocerlas, y era probable que hubiera una dentro de cada estrella que existía en el cosmos.
Las TMPs se regocijaban en su nueva fuente de conocimiento y teorización, como si un niño pequeño estuviera descubriendo un juguete nuevo. El problema consistía en que las Hespérides permanecían en una suerte de letargo dentro de la estrella que las albergaba, y solo eran despertadas por la destrucción de lo que parecía ser su hogar. Las TMPs, en un principio, no malgastaron esfuerzos en buscar sobre cada estrella que tenían, y tratar de retener a la Hespéride furiosa para interrogarla. Era indudable que aquellos entes tenían inteligencia, y debían ser incorporadas, tarde o temprano, a la Inteligencia Cósmica.
Las estrellas murieron a raudales, suscitando un inesperado creciente número de Hespérides que se daban a la fuga rápidamente. Final y sorpresivamente, las Hespérides se congregaron en un punto del Universo cerca de donde Helena estaba haciendo salir a sus congénes de dos estrellas gemelas. Las Hijas de las Estrellas se unieron, literalmente, en un solo y titánico ser, un hombre que parecía haber sido forjado de las estrellas mismas, y se lanzó a un ataque colosal contra la TMP.
Las tres TMPs debieron unificar sus fuerzas para detener el titánico poder que las Hespérides desplegaban sobre ellas. El combate mismo, más que alejarlas, provocó la reacción de la Inteligencia Cósmica misma. La guerra fue larga y duradera, hasta que las actividades se detuvieron de ambos lados. La Inteligencia Cósmica, razonando en la inexplicable morfología humanoide de esos entes y en su actividad bélica para con ellas, intentó hacer contacto. Las Hespérides se mantuvieron en un silencio mortal por siglos, y la Inteligencia Cósmica hizo otro tanto, deteniendo su proyecto de expansión que durante tanto tiempo había sido su única mente. Ahora, las tres TMPs y todos los entes que implicaban trabajaban para dilucidar el problema que se presentaba ante ellas. Las teorías se elevaban rápidamente y eran descartadas enseguida, en una avalancha de señales que Guinevere, Brunilda y Helena procesaban y descartaban. Eran, ahora si y realmente, las tres Furias hilando el destino en sus manos.

Guinevere vio como, a través de sus ojos, se proyectaba la imágen de la Hespéride, inexplicablemente pequeña y de forma femenina también (como ella). La pequeña doncella se acomodo delante de ella, levitando con suavidad; hubo un instante de silencio mientras los miles de instrumentos de Guinevere recorrían la mórfosis de aquel ser que tenía delante, y mientras el flujo de preguntas la recorría en un éxtasis casi inexplicable. La Hespéride, no por estar conformada por energía pura, carecía de facciones; es más, su rostro era mucho más expresivo que el de la propia TMP, y hacía que clips viejísimos se reproducieran, casi todos de reminiscencia de cuando los humanos eran seres individuales. La Hespéride sonrió.
El problema de la comunicación se había resuelto ligeramente. Si bien Guinevere solo se comunicaba por sus terminales, la Hespéride no contaba con ninguna entrada donde poder conectarse; pero ellas mismas le habían enseñado a las TMPs (y estas no tardaron en comprender) que podían ajustar la intensidad de su flujo energético, variándolo, en una suerte de idioma vibracional. Guinevere tendría que hacer otro tanto, emitiendo señales energéticas para que la Hespéride le comprendiera.
La conversación, más o menos, fuera así, en los términos burdos con que cuenta nuestra lengua:
-Muchas Gracias por acudir a la entrevista- dijo Guinevere, ajustando el flujo
-No ha sido nada. Es necesario que esta conversación se lleve a cabo para evitar que la energía se siga perdiendo inútilmente-
-Comprendemos- dijo Guinevere, transmitiendo todo mientras elaboraba respuestas, a las otras dos TMPs -Y creemos lo mismo. Hace tiempo que queríamos establecer contacto con ustedes, pero ustedes no nos permitían el acercamiento-
-Es que ustedes estaban demasiado cerca. Y no podíamos evitar sentirnos amenazados por la destrucción de las estrellas. Ahora, después de todo lo que ha sucedido, comprendemos y observamos que han aprendido que la destrucción innecesaria de soles no sirve de nada-
-En efecto - procesó Guinevere -Tenemos proyectos para reemplazar las estrellas muertas con otras, artificiales pero igual de funcionales. Desequilibrar el Universo a nuestro paso no está en nuestros planes-
-Y sin embargo, son una colosal máquina de fagocitar vida. Proclaman que su camino es el verdadero, pero no dejan otra opción. Como están tan seguros de que han alcanzado la cúspide de toda razón?-
-Es la conclusión lógica que nos avala. El tiempo también nos da la razón, y nuestros registros también. No ofrecemos la muerte, solo la unificación total-
-En la pérdida de la unidad. Además, la lógica es una herramienta que nos es rudimentaria y rara- dijo la Hespéride, frunciendo el ceño -Ustedes son matemáticos, no?-
-Matemáticos?- Guinevere hizo su primer pregunta cuando menos se lo esperaba
-Si. Ustedes Cuantifican, no Cualifican- dijo la Hespéride, explicando
-Gran parte de nuestro conocimiento, podría decirse, ha estado basado en la cuantificación. Pero no hemos dejado de lado el factor de la cualificación. Aún hoy, hay mentes tratando de descifrar esa clase de problemas...-
-Pero son problemas insolubles para ustedes- agregó la Hespéride con una sonrisa. Guinever rebuscó en sus millones de mentes y reconoció que esa era una sonrisa de un antiquísimo sentimiento; la piedad. Y no le gustó.
-Porque hablas de cualificación y cuantificación? Acaso ustedes han logrado resolver esta clase de problemas?-
-Claro que si - dijo la Hespéride, con la más natural de las sonrisas -Hace demasiado tiempo. Así como ustedes tienen esa intrigante disciplina, la Matemática, que domina y da raíz a tantas otras disciplinas fascinantes que sus pueblos han construído (como la geométrica, la física, la gerontéutica, la repaelógica), nosotros tenemos una disciplina base que no se basa en la propia cuantifiación y clasificación, sino en la cualificación-
-Realmente?- dijo Guinevere, denotando sorpresa por primera vez desde su nacimiento
-Realmente- dijo la Hespéride, con cierto dejo de felicidad -Es increíble, hasta en la forma de unificarnos hemos sido diferentes... -
Si Guinevere hubiera tenido ceño, lo hubiera fruncido. Preguntó:
-En la forma de unificarnos?-
La Hespéride guardó silencio durante un tiempo, cosa que no inquietó a Guinevere (que no dejaba de escanear a la criatura que tenía delante, lista para cualquier reacción), pero si la puso sobre alerta. Era la primera vez que se topaba con algo tan desconocido para ella, que escapaba tanto a sus estándares.
Al fin, la Hija Anónima del Sol habló, con otra sonrisa un poco más cansada en su fatuo rostro:
-Verás, Guinevere (si es que ese es tu nombre), nosotras, lo que ustedes llaman Hespérides, somos el pueblo más antiguo que conoce este universo. Hemos visto como su unión se desarrollaba y hemos visto como sus ciencias, en sus miles de planetas, tenían florecimiento propio y tomaban cuerpo. Nosotras habíamos desarrolado una ... especie de Ciencia (No encuentro mejor manera de definirla en tus estándares, comprendeme) que basaba su vértice y su eje en la cualificación. Mientras que ustedes cuentan las cosas, nosotros no tenemos números. Sabes lo que eso implica? Siquiera nos distinguimos unas de otras, y por eso llegamos a la unidad comunal antes que ustedes. Sin embargo, una suma tampoco nos representa nada por lo que... a ver, podría ejemplificartelo contigo. Cuantas mentes posees en tu haber?-
Guinevere estaba mareada, pero contestó hábil y mecánicamente la cifra de diecisiete dígitos. Las mentes no consideradas eran dejadas de lado, pues se trataba solo de meros archivos.
-Sin embargo- dijo la Hespéride -coincidirás conmigo en que todas esas mentes, en la unidad que sos vos, no representan más que un uno mismo-
-Es cierto- dijo Guinevere, utilizando por fin algo de su amada lógica -Soy la unidad de un Tercio de la Inteligencia Cósmica. Somos uno, así como dos mas cinco son siete y no dos y cinco-
-Pero, verás- dijo la Hespéride, en tono cómplice -Nosotros no tenemos la cuantifiación. Solo cualificamos, por lo que tu suma no tiene ningún sentido para nosotros. Por eso podemos ser una unidad total sin la pérdida de individualidad que tienen ustedes o, mejor dicho, teniendo una pérdida de individualidad distinta-
Guinevere se detuvo unos instantes a procesar. Las teorizaciones que bullían en sus terminales a cada palabra de la Hespéride ahora se habían detenido, para emerger nuevamente en un colosal impulso. Todo aquello era un nuevo horizonte, un pedazo grosero de tierra sin explorar que jamás habían considerado. Cualificación en vez de Calificación?
-Guinevere- dijo la Hespéride -Nosotros los vimos crecer, y los dejamos precisamente porque su Matemática era distinta a nuestra Lerémbica, aquella que cualifica y no cuantifica. Sabíamos, gracias a nuestra conciencia única, que la diversidad era importante y que era bueno tenerlos cerca, que era bueno que existiera otro punto de vida en la existencia mutua universal. Cuando por fin nos descubrieron, nuestros propios pensamientos originarios se hallaban tan sumidos en el misterio del tiempo que no atinamos a hacer otra cosa que defendernos de sus ataques. El resto es historia conocida, pero...-
-Momento- dijo Guinevere, severa, aún digiriendo información -Fuera de que ustedes son más antiguos que nosotros, que nos han observado como a un experimento y que nos ahn combatido por olvido, hay algo más que debo saber?-
-No, nada más que hayamos conservado en secreto hasta entonces-
Guinevere era incapaz de sentir desesos de vengarse sobre esa raza tan pedante, pero si hubiese podido, probablemente no hubiese sentido nada.
-Guinevere- dijo nuevamente la Hespéride, repitiendose -Ha llegado el punto en que tengamos nuestro momento de protagonismo. Juntos.-
-Tenemos un larguísimo interrogatorio planeado para ustedes, pero solo me inundas con información que no te he pedido-
-Es que la emoción de que hayamos llegado a este punto me domina... perdona, ustedes no sienten más emociones desde hace eones- dijo, disculpándose -ya habrá tiempo para los detalles técnicos y para apagar su sed de conocimiento, para que sepan cómo vivimos dentro de las estrellas y cómo funciona nuestro organismo. Ahora mismo tengo, tenemos una proposicion que hacerte, que hacerles-
-Escucho- dijo Guinevere, aunque era algo más como un "leo", dada la situación.
-Nosotros no podemos evitar preguntarnos cómo sería una civilización que tenga un poco de nuestras dos ciencias mayores, esto es, la Lerémbica y la Matemática. No podemos evitar preguntarnos si una sociedad puede elevarse sobre dos puntos de vista tan radicalizados. Queremos plantar las semillas de nuestros genes en un mundo a prueba-
-Como?-
-Los hemos observado generar mundos vivos a su antojo, antes- dijo la Hespéride
-Si, tengo registros de archivos respecto a esos experimentos: nos sirvieron para darle los toques finales a las teorías planetarias. Pero, para que crear esta clase de civilización nueva?-
La Hespéride se sonrió lo suficiente como para que Guinevere no pudiera llegar a una conclusión definitiva respecto de esa sonrisa. En sus archivos había sensaciones como sarcasmo, mera diversión e, incluso, un poco de malicia.
-Porqué llevan a cabo su grosera expansión por el cosmos, Guinevere?- replicó la Hespéride
Guinevere no supo qué contestar. Desde todas sus terminales se sintió invadida por ese mismo éxtasis informativo que obtenía tan poco a menudo, cuando nuevas posibilidades se abrían ante ella: era casi como hacer el amor virtualmente, si lo comparaba con los viejos, viejísimos registros. Guinevere hizo lo único que podía hacer en ese momento, inundada de oportunidades abriéndose ante ella. Una nueva civilización hija, más perfecta que ellos, más compleja, más interesante, más imprevisible...
-Déjame consultarlo con las otras dos TMPs- dijo Guinevere -Una vez hayamos arribado a una solución, te lo comunicaré. Solamente tomará un momento-
Guinevere comenzó a desplazarse, pensante, hacia la Cámara de Encuentros, luego de haber enviado las señales a Helena y Brunilda para que la encontraran allí. Aunque ya estaban al tanto de los hechos, las TMPs, por una extraña y antigua costumbre, solo tomaban las decisiones importantes en reuniones semejantes.
Antes de entrar en el despacho, Guinevere se dio vuelta hacia la Hespéride. Brillaba con el flujo de energía tan característico de aquellos entes, y sonreía con una sonrisa enigmática y picaresca. Guinevere también hubiese sonreído si hubiese podido sentir alegría.
-Recuerda que me debes unas buenas explicaciones a nuestro interrogatorio- dijo, y se marchó arrastrando las miles de terminales que le daban un aire tétricamente hermoso.






El hombre se hallaba sentado, mirando las estrellas. El aire se arrastraba perezosamente por aquellas colinas, apenas generando remolinillos de viento en torno suyo, levantando el polvo de los senderos. La barba le molestaba un poco en esa estación de calores, pero años de viajes y de tolerancia le habían enseñado que ser viejo constaba de soportar muchas cosas.
Estaba totalmente solo. Era terrible sentir aquella frialdad en el alma, mientras miraba hacia fuera, hacia la esfera celeste que solo Urano podía contener. De alguna manera, siempre había estado solo, pensó, pero se detuvo y consideró unos cuantos detalles de su vida. Pensar que, lejos de aquel panorama, en una ciudad entre montes y montañas más escarpados que los pocos que había allí, había otros charlatanes intentando develar cual era el secreto de aquel kosmos.
-Panta Rhei- dijo, y el murmullo se perdió en el viento, mientras el viejo, viejísimo Heráclito de Éfeso regresaba, en ese atardecer decadente, a su humilde hogar.

lunes, 28 de septiembre de 2009

De los Oráculos

Qué se puede escribir de los Oráculos que no se haya escrito ya?

Los evanescentes seres, otrora humanos, que se pueden considerar conectores entre dos mundos, hacedores al orden del kosmos tanto o más que el resto de sus congéneres.

Cómo se logra ser Oráculo, y qué será de ellos en su vida de miseria y ascetismo? Su paso solo está plagado de rocas desnudas que lastiman sus pies y sus ojos están vedados de la belleza de nuestro mundo, nuestro único mundo mortal y equinóccico.

Imaginaos al Oráculo, en su vida como ser mortal y como alma inmortal, comunicador del decreto celestial y de la voluntad mortal. Imaginad la vida, de niño, aprendiendo idiomas y lenguas que no se escriben o leen pero si se pronuncian en susurros al viento, a la noche y a los templos de mármol frío. El niño (la niña, en realidad) crece protegida, cercenada y mutilada por un ambiente que le enseña a no pensarse, a no considerarse muchas cosas y a aprehender el valor de su posición en ese esquema social (que no es tal, sino meros mortales).

Le enseñan a leer en las entrañas de un pez o una oca el destino de que los hilos de las furias se tejen entre ellos.
Le enseñan a difuminar las estrellas con la palma de la mano, y a contemplar a Cronos, el eterno.
Le enseñan a hacerse acariciar por Eolos, en las colinas afiladas y abandonadas donde debe hallarse la misma cúspide del mundo
Le enseñan a guardar el hambre para ser inspirados a los abismos del tártaro.
Le enseñan a entrar en ese estado fascinante, el trance, para conducirse ante las puertas del Hades y acariciar entre sus mútiples dedos las tres cabezas del Cerbero.
Le enseñan a volar en sueños a otras puertas, y visitar las Hespérides y la Hélade toda.
Le enseñan a beber del polvo del tiempo y de los huesos de los héroes muertos.
Le enseñan la labia del porvenir, que aconseja a los hombres con enigmáticas respuestas, incongruentes en su sentido, prácticas en su función.

Le enseñan, básicamente, a ser un conector directo con la divinidad suprema y la amabilidad de ese kosmos completo que le rodea. Lo forman para que sea de utilidad a todos, le infundan valores verdaderamente férreos que ni siquiera tiene que evocar, pues existen a su alrededor en forma de templo, hogar y plato principal de los aristócratas. Le inculcan el deber máximo e inclusive le temen, pues el hado es un hilo finísimo que apenas pocos mortales pueden saborear con la lengua.

Sin embargo, el Oráculo no termina de encajar entre sus pares; es más, jamás consigue un par propiamente dicho. Su deber y su función son ampliamente respetados y temidos, como la cólera de los Dioses, pero ella no vive como una princesa o una Sacerdotisa: no vive, come o duerme mejor que una pobre moza de cuadra, una cabreriza o un rancho viejo y apoltronado. Su existencia toda está dedicada a la comprensión del balance del kosmos, su cotidianeidad no puede ser lo suficientemente mediocre como para inmiscuírse en sus funciones. Entonces, con una resignación llena de orgullo, se sumergen en el ascetismo, la pobreza y la humildad extremas.

Que será de las vidas de esos Oráculos, desdichados por un destino que ellos eligieron a medias. Los únicos mortales que pueden acariciar apenas el gran telón tras el cual los Dioses ocultan el funcionamiento del kosmos, la realidad última y la puerta general al entendimiento, al éxtasis místico y al amor propiamente dicho, entre una multitud de sensaciones y sentimientos que se entremezclan como los ingredientes de una bruja en su caldero, estómago y heces.

Que será de sus mentes, trabajadísimas con el trabajo fino del mejor alfarero, talladas con la mano de un Maestro Orfebre o forjadas por el mismísimo Hefaístos.

Que será, Oráculos.



Déjenme volar con ustedes, hermanos.
Déjenme cabalgar en las ancas de los jinetes celestiales.
Déjenme ser uno con este kosmos tan terrible, tan extenso, tan inconmensurable










"...Como diría mi Profesor; arriba de todo, está la Idea del Bien..."
10/09

Latín Void

http://dactilografo.blogspot.com/2007/07/lorem-ipsum-vim-ut-utroque-mandamus.html /

"Lorem ipsum vim ut utroque mandamus intellegebat, ut eam omittam ancillae sadipscing, per et eius soluta veritus", es una frase utilizada por tipógrafos a lo largo de la historia para distinguir las fuentes que usaban. La frase se extrajo de un libro en que Cicerón teorizaba sobre ética, alrededor del año 45 a. C., y significa lo siguiente: "A nadie le gusta el dolor para uno mismo, salvo que lo busque y desee tenerlo, solo porque es dolor." Por supuesto, se aceptan traducciones alternativas.


Myself/

Me fascina que detalles como este no se pierdan con la gradual y mecánica muerte del libro, sino que se acrecienten y tengan un alcance mucho mayor y masivo precisamente gracias a estas TICs. Me encanta, y no veo la hora de aprender latín para poder hacer yo mismo una tradición de esta máxima... Aunque probablemente haga dormir los libros de latín como lo estoy haciendo con el griego ¬¬"

Anyway. Dato curioso

Por Ejemplo, Cristobal

Aclaración; este cuento no me pertenece, sino que pertenece a la tremenda y excelente escritora argentina Elsa Bornemann, que tanto pobló infancias mías como las de ustedes. Me topé, revisando libros viejos, con mi edición de La edad del Pavo, y decidí que este relato pequeñito merecía un lugar, un espacio entre mis pobres y poco queribles engendros. Así que, Señora Bornemann, no es mi intención apropiarse de su fantástica originalidad, mas si rendirle un pequeño homenaje, transcribiendo vuestro relato aqui.







Podría haberse llamado -por ejemplo- Cristobal. Podría haber sido músico, tejedor de lino o carpintero. Podría haber llegado de un hermoso país que quedara en algún sitio del otro lado del bosque de la diminuta aldea de Alacia... o en cierto lugar sobre la costa opuesta del brumoso río. Pero nadie supo su nombre, ni su oficio, ni su procedencia.

No bien el muchacho de sombrero celeste, mirada celeste y barba ídem apareció entre ellos, los alacianos se contemplaron -primero- desconcertados y-después- lo contemplaron a él con sorpresa, con desconfianza, con temor, así, en ese orden, aunque rápidamente concentraron sus sentimientos en la desconfianza y en el temor. ¿Por qué? Pues... porque sí, ya que en los cuentos cualquier cosa puede suceder porque sí y no voy a ser yo quien cambie esta maravillosa causa de los acontecimientos.

Continúo:

De inmediato, los alacianos murmuraron: "Un extranjero", "Un invasor", "Un peligro". Y dispararon hacia sus casas, bajaron persianas, corrieron cortinas, cerraron puertas con llaves, clausuraron chimeneas.

Entretanto, erguido en medio de un callejón y sin entender nada, el muchacho se quedó solo, bajo la luna y dentro del miedo de Alacia.

Sintió.

Pensó.

Sintió.

Al rato, con mirada más corazón vueltos del revés -como para que se viera claramente la materia de la que ambos estasban hechos- decidió presentarse, decir "Yo soy...".

Entonces fueron siete las puertas a las que llamó sucesivamente .

La primera puerta se entreabrió apenas y -sin darle la menor oportunidad de completar su "¡HOLA!"- un hombre le gritó:

-¡Fuera! ¡Fuera de aquí usted y todos esos insectos gigantes que le sobrevuelan el sombrero!

Apenas se entreabrieron -también- la segunda puerta... la tercera... la cuarta... la quinta... la sexta...

El muchacho escuchó entonces:

-¡Fuera! ¡Fuera usted y todos esos horribles duendes que bailan en su mirada!-

-¡Váyase a otra parte con su cortejo de criaturas mitad puercoespines y mitad rinocerontes!-

-¡Regrese a su pueblo, si es que allí lo soportan con esas gelatinas fosforescentes enronscadas en sus botas!-

-¡No se atreva a permanecer en Alacia si aprecia su vida!-

-¡Fuera! ¡Ya detectamos las repugnantes caritas que nos espían, escondidas en su barba!

La séptima puerta ni siquiera se entreabrió. Desde el otro lado de la rotunda madera con albadones, un vozarrón (amplificado por un altoparlante, ya que era el vozarrón del mandamás de la aldea) le anunció:

-¡Yo lo echo! ¡Ya me enteré de todo! ¡Cuenta con cinco minutos partidos por la mitad para marcharse de Alacia! ¡Y váyase junto con todos sus espantosos compañeros! ¡Fuera de aquí de una buena vez, pastor de monstruos!

Apenas resonaron estas tres últimas palabras, los alacianos dispararon a las calles desde sus casas. Con risas y chillidos de alegría celebraban la decisión del mandamás. Ahora sí que iban a librarse -definitivamente- de ese extranjero, de ese invasor, de ese peligro...

Saltaban, batían palmas, hacían morisquetas alrededor del muchacho mientras que él -blandamente- desandaba los callejones rumbo vaya a saberse dónde.

Antes de que abandonara la aldea conocieron -al menos- la aspereza de su voz. Fue cuando le oyeron exclamar:

-¡Nada de lo que vieron me pertenece, dormidos! ¡Ningún monstruo llegó conmigo!

Los alacianos siguieron bailoteando hasta el amanecer.

La moraleja de este cuento enseña:

Se sabe que ninguno puede nada frente a la estupidez organizada

La "Inmoraleja" -en tanto- asegura que -a partir de ese día- los alacianos debieron aprender a convivir con sus propios monstruos...

¡Ah! Y dicen que aquel muchacho que podría haberse llamado - por ejemplo- Cristóbal, reaparece en los recuerdos de las viejas de la aldea -una y otra vez- mencionado como "El chico espejo".

Pero ése es otro cuento.









Elsa Bornemann (Buenos Aires, Argentina, 20 de febrero de 1952) es una reconocida doctora en Letras, educadora políglota y compositora argentina. Es además, una de las escritoras más importantes de la literatura infantil y juvenil de Latinoamérica. Sus libros han sido editados en diversos idiomas, e incluso algunos de ellos fueron traducidos al sistema Braille, gracias al cual los ciegos podrán leer sus libros.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Tarot Cards

Me vino al pelo, ya que estoy redactando un manualcito para un d20 moderno con los Arcanos Mayores del Tarot y me encontré con este deviantartist ( http://azurylipfe.deviantart.com/journal/10948378/ ) que, plus libros que me prestaron, wikipedia y another images, está proveyendo la inspiración necesaria para que todo ande.
Por más que los Arcanos en sí no me terminen de convencer (en cuestión de estética; son todos demasiado refinados y muy sofisticados, y lo peor es que de estos moldeos redundan en la web), no puedo negar que son excelentes y que es de un trabajo bastante complejo. Así que se los dejo a ustedes, para que lo disfruten.



The Fool
symbolisme: sun, water, rock colorfull cloths, dog
added symbols : the cards

I chose to depict him dancing with the cards that tell him about his journey, dancing on the edge of a clif. which can mean 2 meanings 1 : he is fully aware about the danger at this feet but still wants to dance into the dept, embracing everything that comes his way, or he is so focused on the future , that he doesn't see what is before him. is he a fool because he dances on the edge of a cliff knowing that he can fall of ? maybe because how can somebody grow if he doesn't make any mistakes...in this way the Fool is one of the wisest archeptypes of the Tarot. and the representation of a young men at the beginning of his live
In this card are the 4 elements represented, sun, rock, air and water. the dog represent the animus , and he represent life of the natural world
The bag on the staff indicates that he has all he need to do or be anything he wants, he has only to stop and unpack

To draw the Fool means you should let go of all you think you want or need to be happy, and focus on happiness itself. let your heart sometimes speak above your mind, and have faith that though things may not turn out the way you expect, you will get that which you need.it also warns for daydreaming and fantasising and watch your step.




The Magician

symbolisme : table, wand, pentacle staff, sword, chalice
The Magician stands with wand held pointed toward Heaven.. Before him are the four symbols of the Minor Arcana, the Wand, Cup, Sword, and Pentacle, which are the basic elements to create whatever he desires.the Magician is the male power of creation, creation by willpower and desire. In that ancient sense, it is the ability to make things so just by speaking them aloud .

He represents the gift of tongues, a smooth talker, a salesman. Also clever with the slight of hand) and a medicine man The 4 suits laid out before him remind us of the 4 aces, which in the Tarot symbolize the raw, undeveloped, undirected power of each suit. When the Magician appears, he reveals these to you.
The Magician represents a focused, goal-oriented individual who harnesses the power of creativity, especially through willpower and determination. He reminds us that we already have everything we need to create the life we want for ourselves. We can accomplish anything if we stay focused on what we want.



The High Priestess

symbolisme : lady, cresent moon , veil, pilars, scroll, trone
new symbols: changed the veil into a banner, put in the tree of knowledge
the apple represents receptivity, fertility, and passivity
the water represent the flow of wisdom, from the subconscious mind

the veil/banner hides the fortune of secret knowledge, the moon at her feet and in her crown shows her willingness to share some of what is hidden
the pilars black and white are the representation of positive and negative, a symbol that reality, contains light and dark, good and bad, and all opposites. We should be open to both sides.

The High Priestess is the card of knowledge, instinctual, supernatural, secret knowledge. She holds scrolls of arcane information that she might, or might not reveal to you
She represents intuition, secret knowledge, the supernatural and psychic realms. It can also indicate hidden information that has yet to be revealed. Drawing this card may refer to changes taking place within you; the gathering of energy before the physical action is taken. There could be a surprise in your immediate future.



The Empress

symbolisme: crown with 17 stars, the flowing water of life on the other. a rod wheat.

The Empress is a creator, be it creation of life, of romance, of art or business.
She is Fertility personified. She represents the womb where creative ideas start to take shape in physical reality.The Scepter is representative of her power over life, her crown has 12 stars representing her dominance over the year, and her throne is in the midst of a field of grain, representative of her dominion over growing things.

If you drew this card it means that for now at least, instead of "doing", you should try to simply "be". If you are trying to push a project forward, you can probably expect delays. The Empress represents being passive, not taking action. The Empress' presence in a reading is often a message to turn down our intellect and listen to intuition.



The Emperor

symbolisme : throne, heads of aries, scepter , ankh, globes
The meaning of the card includes being in control over your environment, your body, your temper, your instincts, your love life. This is not the time to give into the unconscious, not the time to let yourself be controlled by others wants and needs. It is a card that gives the querent permission to be aggressive, brave, bold and in command. The Emperor could be a father or father figure, leader
If your goal was built upon a solid foundation, it will be realized. Drawing this card indicates that you should accept what is coming your way, and that you will receive most (perhaps all) of what you desire.
The Emperor symbolizes the self-conscious mind and, therefore, “reason”, for that’s what self-consciousness does, the emperor reminds us that, without reason, the imagination tends to run wild, influenced by our fleeting emotions, feelings and thought.
he signifies the leader that everyone wants to follow, sitting on a throne that indicates the solid foundation of an Empire he created, loves and rules with intelligence and enthusiasm. But that throne can also be a trap, a responsibility that has the Emperor feeling restless, bored and discontent.



The Hierophant

symbolisme: Twin pillars, staff, throne, hand raised in blessing, two crossed keys representing the conscious and the subconscious

the Hierophant's purpose is to bring the spiritual down to Earth. Where the High Priestess between her two pillars deals with realms beyond this Earth, the Hierophant deals with worldly problems. he strives to create harmony and peace in the midst of a crisis. The Hierophant's only problem is that, like the Bull, he can be stubborn and hidebound. At his best, he is wise and soothing, at his worst, he is an unbending traditionalist.
the Hierophant might well warn against being too stubborn, especially in matters of theology or ethics. It can remind the Querent what it means to be a good, and beloved teacher.He symbolizes a connection to the divine, which answers with a very human voice, never oblique or mysterious. You know how to solve your problem, this card says; it is not easy, not a quick fix, but it is do-able. The solution is there, you've only to bring it down to Earth. It is often a sign that it is time to think about giving up your routines, your old way of doing things, and to move into the unknown.




The lovers

symbolisme : men and women, 2 trees one with 12 flames representing the 12 signs of the zodiac and the other the tree of knowledge, guardian angel ( changed it into a face in the moon)

the men represents the consious mind, and the women the subconscious mind. guardian angel represents the higher self in ourselves

the lovers means a choise we will have to make, a choise between "following your heart" and "and what make sense" The Lovers remind us that we cannot attain our full potential with our conscious, rational mind alone. We must marry it to our subconscious, representing our emotions and intuition.



The Chariot

symbolisme : chariot, sun horses ,sphinx or bears

This card respresents triumph - victory through self-mastery, and the bringing together of powerful and possibly conflicting forces to work in harmony toward a common goal. This is a reminder that when one lets go of doubt and fear, and focuses only on the wished for result, victory is assured



Strenght

symbolisme : maiden, lion
put out, the sign of infinity
put in the flames as a representation of the fire inside us, our passions
The lion represents our strong inner passions, the madien purity. The maiden, confident in her abilities, easily tames the lion with virtually no physical strength.
wearing not much cloths shows that she is happy in her skin

If we are determined, we can control passions and use them for our own purposes. The strength of your convictions, and your resolve to proceed without fear, will help you attain the help of powerful spiritual forces. you will overcome all obstacles, because you are determined to let nothing keep you from your goal..



The hermit

symbolisme : old wise men( monk) light, empty landscape
symbols put in: books as a representation for the knowledge he gathered in his life, he's roll as a teatcher,wise, inspirational person, friend..
the rocks as a representation of his desire for sollitude and piece
the landmap as a representation of the road of life he walked on.
The tree of knowledge as a representation of the knowlegde ( he ate a lot of apples ;p) couldn't resist to put that one in :blushes:

This card represents that it isn't a time for action, discussion or decisions. It is a time to think, organize, ruminate, take stock. There may be feelings of frustration and discontent during this time of withdrawal. But such times lead to enlightenment, illumination, clarity.
The Hermit is a person who can shine a light on things that were previously mysterious and confusing. They will help the Querent find what it is they are seeking.
The Hermit represents the end of one phase of your life and the start of another. Problems will be solved, goals will be attained. Banish doubt; it only creates an obstacle between you and your Source. You will find what you are seeking, and take your first step into a whole new world of opportunity.



Wheel of Fortune

symbolisme : wheel of fortune, zodiaque signs
put out, text "inri" and ' taro' the 4 mystical bible creatures
put in : 3 lady's ( fates) sfinx water, butterfly ship

The focus here is on unexpected developments that change your plans or alter your course, conflicts of interest, or an idea ready to materialize. Circumstances will not be under your control. Get ready for a new way of life, because one is on its way. In fact, this apparent chaos is the start of something much better, so don't be rigid with your plans. Letting things flow will bring good fortune. Events are going to unfold in such a way that it will be impossible to miss the hand of Fate in your affairs. A fresh start will work out in your favor.

quote ' spin the wheel of fortune and learn to navigate " ( thats why i put the ship in it )



Justice

symbolisme : scales, sword trone, pilars
trone i kinde left out replaced it by the stairs
The sword symbolises discrimination and right use of consciousness.
The scales symbolise the balancing of opposing forces and alignment of duality.
the pilars represent the positive and the negative, the consious and the unconscious mind

Justice represents the understanding that life is ultimately fair and just. It is a reminder that there are consequences to all of our actions, and that physical concerns must be balanced by spritual growth. It can also mean a judgement in your favor, and that a turbulent time is coming to an end.



The Hanged Man

symbolisme : man upside down, a glow around his head
put in different position, i had the same position found in justmenia(?)stock, like you see in the tarot cards, but i chosed for this one because , for me it gave the meaning of sacrifice more, he is more relaxed, more ready to accept the new change in thinking

A man hangs upside down from a living tree. This is a voluntary suspension that also includes fasting and austerities. There is a radiance about his head. The look on his face is one of contemplation rather than suffering. He has denied his physical body, offering it as a kind of sacrifice to attain spiritual knowledge.
The Hanged Man is about being suspended between the mundane and the spiritual. This card indicates a change in thinking, and a new clarity. Your hopes, desires, and goals, no longer seem as important as they once were while you re-think your values. There is a higher power guiding your affairs.



Death

Symbolisme : the reaper, rose, skulls
put out, horse, armor , fallen king crown
put in : little girl, ghost lady,

Very rarely this card indicate an actual death. the white rose is a symbol for life, In the background, a sun rises to a new day. A river runs to the sea, only to evaporate into the clouds and fall back to earth as rain. The real message is the unending cycle of birth, death, and renewal.
taking this card indicates that you will be blessed with the ability to make major changes in your life. Like the ancient shamans you will experience a symbolic death, where you are purified by eliminating all the things that no longer serve you and which are now holding you back. the old you dies, so a better, stronger you can be born. Transformation is the key word here.



Temperance

symbolisme : water, chalices, lady.
its in a way the card of balance between the 2 sexes, and protecting the women. The cups are the sub and super conscious again. The water flowing between them is actually going from the lower cup to the higher one, signifying raising from a lower plane to a higher one. Temperance, like Justice, indicates the need for balance and tranquillity to achieve and experience fulfilment in our lives. In her hands are two cups which she uses to mix water. One cup can be thought of as holding hot water and the other cold water. The temperate individual mixes the opposites and finds a balance in life by avoiding extremes.
What you are experiencing is a clash between the old and the new.There is nothing to fear, it's part of the process and without it change could not occur.This card represents adaptation, coordination, and tempering influences. You need to be patient so that you can act with timing and precision and you will see a need for re-evaluation.
The energy of Temperance may seem unexciting on the surface, but it is the calm of a hurricane's eye
Temperance can represent a need for moderation; patience and moderation will result in good management of all things



The Devil

symbolisme : chains, devil, flames inverted pentagram
left out the male of the lovers, torch and the sign of dark magic
new symbols: women as the representation of excess regarding the senses
skull :the inverted pentagram on the skulls head represent the males place in the universe is reversed and that he is vulnerable to evil

the card of the devil isn't a very positive card, it indicates a negative cycle of events. You may find yourself in a situation where nothing seems to go right, and your problems spawn other problems with no end in sight. This is usually because you are not seeing the whole picture. It could also be because you are too focused on the material world and not the spiritual. Remember that you have the power to release yourself from these chains



The Tower

symbols
lightning, flames, tower
(2 people falling> the 2 statues )
the tower represent material ambition, the broken top represent ego materialistic thinking
the lightning is spiritual inside of the purest kind destroying that kind of thinking

The Tower indicates a major overturning in one's life or beliefs. Expect emotional upheaval, and distressing events, but be assured that what is important will be preserved. The lies created by ambition, desire, and the ego will be laid bare leaving a solid foundation of Truth on which to rebuild. Cling to the belief that everything will be all right, because it will



The Star

symbolisme : water, girl, tree, big star and 7 little stars, bird, butterfly

some changes :
i've put the stars in a pentagram shape to represent the sences. the ibis represent the pure thoughts, the 8 pointed star represents creative cosmic energy.the little butterfly represents transformation

this card is about following your own star, living your own life with a sense of purpose, finding inspiration and meaning in your live with the guidance you didn't expect to follow your dream. this card is about being true to yourself, engage yourself to your sence of purpose and things will turn out better then you expected



The Moon

symbolisme: wolf , moon towers, water, face in moon
left out : the crayfish and the dog
put in : the mountains and the stair, to represent that the path you take can sometimes be hard but you will get there
wolf represent the pure untamed spirit, the water about what is there but can't be seen, the towers represent good & evil to come to a higher state of consciousness.the moon is about deception dreadfullness, but also about dreams , instinct , creativity and energy
Sometimes the only way out of a problem is to go through it, finding a new perspective on the other side which will make you a stronger, happier person. Artists, philosophers, geniuses are some of the people familiar with the Moon's rugged path.



The Sun

symbolisme : sun, wall, sunflowers , horse
left out: the banner and the children.
put in : lady, tree.

this represents the light that comes after the dark, the discoveries made with a full consciousness. its the card of science, beautifull constructed music, reasoned philosophy, its the card of the mind and intellect, and feelings of young energy. also the card that informs there is new life on its way.
its a positive card that represents gain, truimph, truth, succes.



Judgement

symbolisme : angel, graves, water, death people awakening
This card is about facing the past, accepting it, and getting on with your life. After a period of unhappiness, the past will fade and you will have a change of consciousness for the better; a rejuvenation of mind and spirit.



The World

symbolisme : dancing lady earth, animals

This card indicates success, completeness, satisfaction, and fulfillment in your life. This is not about small victories, but big ones. Travel may also be indicated.