lunes, 30 de marzo de 2009

Artículo: Mas Allá de los Cinco Sentidos


Bueno gente, acá les traigo otro artículo que no es de mi autoría pero que quisiera compartir con ustedes. Esta vez, viene de la mano de la revista Ñ (para quienes no lo sepan, es una separata que publica Clarín de contenido Cultural), un artículo comentando las declaraciones de cierto autor respecto a la Metafísica. Espero disfruten de su lectura.


La Metafísica Sobrevive a Todo

La Pregunta Metafísica es perenne, ha atravesado generaciones y épocas y aún interroga a los sujetos sobre el mundo, dice Dardo Scavino en su nuevo libro.
Por Marcelo Pisarro

Al final no sería desacertado comparar a la metafísica con las cucarachas: aunque se piense que fueron erradicadas de la casa, allí están, prontas a asomar sus antenitas y corretear por la sala de estar. El relato que Dardo Scavino (Buenos Aires, 1964, profesor de literatura latinoamericana en la Universidad de Versalles) está siguiendo en El Señor, el amante y el poeta. Notas sobre la perennidad de la metafísica , publicado por Eterna Cadencia, es similar: aunque se le haya tirado todo el Flit posible, aunque se la haya dado por muerta y enterrada, la pregunta metafísica no sólo sobrevivió, sino que estuvo, y está, en el corazón del pensamiento contemporáneo.

"La metafísica busca conocer el porqué de cualquier cosa, su condición de aparición, y a ese porqué lo llama causa primera. Prima causa, a decir verdad, es la expresión latina que los escolásticos escogieron para traducir una locución griega: arjê. Solo que arjê no significaba únicamente causa, origen o principio sino también funamente, soberanía y poder".

La Pregunta de la metafísica -explica Scavino- es por qué hay algo en vez de nada. Se la juzgó de ridícula, pues responderla significa hablar de algo que existía antes de que existiese algo. Estos interrogantes, creía Kant, desembocan en antinomías y paralogismos insuperables, así que lo más recomendable es no hacerse estas preguntas y, ante todo, no intentar responderlas.

Antes de que hubiese algo no había nada; y nada (o sea, alguna cosa) surge de la nada. Y sin embargo, aunque el pensamiento moderno haya renunciado a estas cuestiones, la arjê, "olvidada, irrelevada, latente o, si se prefiere, inaudita, sigue siendo el asunto filosófico por excelencia donde está en juego la cuestion de la alineación y la desalienación del hombre, de su sujeción o de su de-sujeción a los poderes de turno".

Aunque con diferentes nombres y formas, a esta pregunta por la arjê se la encuentra en Friederich Nietzsche, en Aristóteles, Richard Rorty, Jacques Lacan, Judith Butler, David Hume, Jacques Derrida y en cualquiera que se pregunte por la dominación o el poder. "El día en que Michael Foucault anunció que su pensamiento era una 'arqueología' o una 'genealogía', tampoco se desvió de la dirección señalada dos mil quinientos años antes por los filósofos griegos. La metafísica siempre fue un discurso sobre el génos o la arjê, y por este motivo se convirtió en la rival de esos mitos que hasta entonces narraban esos orígenes, aunque a veces -y a decir verdad, muchas veces- ella misma colaborase a narraciones semejantes, sobre todo a la hora de abordar la cuestión de los comienzos, los fundamentos o los principios".

En sus versiones metafísica y teológica-política, afirma Scavino, la arjê ha recibido numerosos nombres a lo largo del tiempo: Uno, Dios, Sujeto, producción, poder, significante-amo, performactividad, poeta vigoroso, clinamen, acontecimiento, archi-huella, y más. "Estos nombres suelen aludir a una excepción, un fundador excesivo, pavoroso, unheimlich, ápolis, obsceno o sacer, un centro marginal, para proseguir con los oxímoron, en donde la filosofía encuentra un límite, un silencio místico o traumático, que la lleva a bscaular hacia la poesía o hacia la narración mítica. Cada época se da así sus fundamentos y se confronta, por consiguiente, con algún indecible. Y cada época ve aparecer en torno a estos indecibles a sus poetas. Desde muy temprano, no obstante, la propia metafísica comprendió no era sino, paradójicamente, el decir mismo"

Nietzsche anunció la voluntad de poder del ser humano, el deseo de dominar todos los entes (personas, otras especies, la tierra). La voluntad divina se sustituyó por la voluntad humana. Las especies vivas se convirtieron en una suma de contingencias evolutivas; los átomos de la materia se volvieron manipulables. "La naturaleza no tienen ninguna 'naturaleza', ninguna 'esencia', ninguna 'identidad' eterna e inmutable. Sólo hay, para nosotros, contingencias más o menos perdurables. Nada le impide al hombre modificarlas, y como nada se lo impide, lo hace y lo va a seguir haciendo".

Este nuevo escenario supone preguntas que, en las ciencias humanas, parecen responderse en el campo de la biogenética, la neurobiología, el cognitivismo y la etología. Sin embargo, propone Scavino, la pregunta metafísica perdura. "Desplazamos la arjê para decirnos que el hombre tal como lo conocemos, el hombre de la biogenética y la física sub-atómica, el hombre de los organismos genéticamente modificados y las centrales nucleares, también obedece y responde un llamado, auqneu ese llamado no provenga de una voz inaudible sino de su propia voz, de las palabras que profiere cada día cuando se consagra a la ciencia, a la política, a la poesía e incluso al amor". La filosofía debe preguntarse no si el conocimiento científico es ético, sino a qué llamado histórico obedece. Es lo que la metafísica siempre quiso saber, y todavía continúa en eso.




Sobre el Autor

DARDO SCAVINO nació en Buenos Aires en 1964. Obtuvo su licenciatura en Letras en la Universidad de Buenos Aires y luego el doctorado en la Universidad de Burdeos (Francia), donde se desempeña actualmente como profesor. Ha publicado Nomadología. Una lectura de Deleuze y Barcos sobre la pampa, además de dos obras en colaboración con Miguel Benassayag: La apuesta amorosa y Por una nueva radicalidad. Es colaborador de diversos medios nacionales y del exterior.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Críticas, dudas, comentarios, curiosidad, insultos... cualquier cosa que deseen comentar.-